Sabemos que nuestros amigos gatos nos piden abrazos y algunos abrazos, pero muchas veces es el gato quien decide cuándo, cómo y dónde acurrucarse. Su humana, a quien no conoce, emprende el vuelo.
Sabemos que nuestros amigos gatos nos piden abrazos y algunos abrazos, pero muchas veces es el gato quien decide cuándo, cómo y dónde acurrucarse. Su humana, a quien no conoce, emprende el vuelo.