Aquí hay una hermosa historia de amistad entre un perro ciego y un gato: Terfel, un perro anciano que sufre de ceguera total, es asistido por su nuevo compañero Pwditat, un gato sano.

Terfel perdió el uso de la vista relativamente tarde, por lo que no supo adaptarse a esta nueva y deprimente situación para él.

Terfel ya no quería salir: estaba tan cansado de recibir golpes y tropezar en todos los rincones, que terminó rechazando las salidas con su ama, prefiriendo la canasta, que era más segura para él.

Terfel se aislaba cada vez más y su ama sentía que sufría su minusvalía. Pero un día acogió a un gato, Pwditat, quien comprendió de inmediato que un problema impedía que el perro se moviera correctamente. Fue entonces cuando tomó al perro bajo su ala para guiarlo permanentemente, y para convertirse en sus ojos en cierto modo.

Mira el video para ver esta hermosa amistad entre estos dos animales.