En Otumba, a dos horas en auto desde la Ciudad de México, hay un refugio dedicado al rescate y conservación de burros mexicanos. Burrolandia se ha puesto como misión mejorar la calidad de vida de 30 burros abandonados , e incluso de aquellos cuyos dueños los han abandonado porque ya no podían cuidarlos.
¿Por qué es importante su función? El censo agrícola de 1991 registró 300.000 burros. Con los cambios en la agricultura y la llegada de un aliado más duradero como la mula, los trabajadores del campo los abandonaron e incluso los mataron sin motivo alguno. En 2007, solo se sacrificaron 180 burros mexicanos .
Entre los animales que viven en el país, no hay uno que tenga peor reputación que el burro. Su nombre se usa para referirse a las personas como tontos. La realidad es que son un compañero noble e inteligente , y aunque se han usado en el campo, hoy están de salida.
El proyecto, impulsado por Herman Flores Sauza, cuenta con 4 hectáreas de terreno donde los animales de cuatro patas tienen total libertad. Para acompañarlo, ofrece recorridos por todo el establecimiento. Herman espera que, con el tiempo, la gente descubra que estos burros se convierten en compañeros en lugar de animales de trabajo.
